Sabéis que una de las categorías que más gustan en Aprendizaje Viajero es esta de los 5 sentidos. En ella, repasamos ciudades que nos han marcado sintiéndolas profundamente, abriéndonos a ellas y escuchándolas latir. Diseccionando cada sentimiento según su procedencia.
Después de haber descubierto otras ciudades como Buenos Aires, La Paz, Nueva York o Santander con los 5 sentidos, hoy queremos hablar de Tokio.
Una ciudad que amas tanto como odias, pero seguro que te dejará boquiabierto en más de una ocasión. Para mí (Pablo) es una de las ciudades a la que volvería sin pensarlo en cualquier momento. Ahora veremos por qué, y qué ofrece la capital de Japón para nuestros ¿5? sentidos. ¡Comencemos!
Vista
Tokio son luces de neón y un caos organizado que pone los pelos de punta. Tus ojos no paran quietos mirando de un lado hacia otro la cantidad de impulsos visuales que encuentras en cualquier parte. Aquí nos tenemos que centrar en Shibuya, por supuesto, con su famoso cruce. Si esto no es “caos organizado”, qué es?
Pero si esto no es lo suficientemente impresionante y tus ojos te piden más, entonces sigue caminando. Piérdete por sus calles y flipa con la cantidad de luces, de carteles ininteligibles (me imagino), de gente que te mira raro (recordemos al lector que mido 2m y la media japonesa roza el 1,7m).
Otro apartado que tengo que incluir es el de Akihabara, el barrio friki por excelencia. Si es que no querrás pestañear durante todo tu viaje a Japón, ya verás, ya verás.
Y no sólo por la cantidad de monumentos que puedes visitar, que los puedes leer en esta macroguía para viajar a Japón, sino en su gente, sus supermercados, su forma de vivir…

Oído
Si hay algo que me ha venido a la cabeza en cuanto he pensado en la asociación entre el oído y Japon son los pachinkos, esas tragaperras a las que están totalmente adictos. Entras en cualquiera (nosotros lo hicimos en una ENORME de Shinjuku) y escucharás un ruido ensordecedor que puede semejarse al de una cascada que no cesa y en lugar de derramar agua tira metal. Fuerte.

Aunque siendo honestos, el oído se ejercita mucho más, escuchando su idioma tan complejo y bello a la vez. Ese “arigato gozaimasu” no te lo quitarás de encima hasta pasados meses de tu retorno del país nipón.
También podemos destacar su música, por supuesto. Yo conocía a la banda instrumental MONO (de hecho les tengo en Spoti ahora) aunque entiendo que querréis recomendaciones el Jpop que tanto se ha puesto de moda ahora, verdad? Esos que son “como” robots y cantan frente a una turba de gente entusiasmada.
AKB48 es una banda procedente del distrito de Akihabara (de ahí el “AKB”) compuesta inicialmente por 48 chicas (de ahí el 48 llamadme obvio) todas entre 14 y 20 años. Ahora son 62 miembros, y no me preguntéis cómo hacen para repartirse el dinero equitativamente. Seguro que hay palos.
Pero vamos, que es algo común, por lo visto, ya que hay más bandas como SKE48, SDN48, NMB48, HKT48. Otras bandas que lo petan en Japón son Perfume, SMAP o Ayumi Hamasaki.
Volviendo a “casa”, encontramos una mención a la ciudad de Tokio en el hit de la banda granadina Lori Meyers en “Tokio ya no nos quiere“. Y no, no la hizo Río ni Denver ni nadie de la Casa de Papel, este temazo es de muuuucho antes.
Let no me dejaría en paz si no menciono la canción con la que dio la turra todo el viaje: Big in Japan, de Alphaville. Ah, y el Alone in Tokyo de Air, temón 😊
Gusto
Por supueeeesto, la comida japonesa entra de lleno. Nada más volver de Japón sacamos un artículo con los 19 platos de comida japonesa que tienes que probar en el país del sol naciente. incluimos lógicamente los nigiris y todo tipo de sushi, sopas, cosas raras y nuestro favorito: el okonomiyaki.

Aunque el tonkatsu estaba bien bueno también.
Si es que comimos hasta un Magikarp!

Y helado de té matcha, kitkats de mil sabores y las cosas más locas que os podáis imaginar.
Lo curioso de los kit kats es que son uno de los souvenirs que casi todos nos traemos de Japón. ¿Por qué? Pues porque los hay de sabores tan raros y distintos como té matcha, castaña, tarta de manzana o boniato.
Nosotros, como casi todo el mundo, los compramos en la mítica tienda Don Quixote, eso sí, nos parecieron bastante bastante caros.

Olfato
El olfato viene unido al apartado anterior, porque Japón huele a su comida, sobre todo en el mercado (recuerda que tienes que madrugar MUCHO e ir al Mercado Toyosu, no al Tsukiji, que ya cerró). Recorred Odaiba y pasad a ver la réplica de la Estatua de la Libertad, que es curiosa.
Los olores a mar de una ciudad tan húmeda como Tokio, los olores a la comida callejera, a los cerezos en el parque Ueno. Pero sobre todo destaca el vapor en los onsen, el incienso en sus templos…

Tacto
El tacto, ese sentido tan místico y que tanto despreciamos en nuestro viaje. La gente siempre suele recomendar cosas que ver, comidas, lugares que te estimulen otros sentidos. Pero el tacto a menudo lo dejamos de lado y no tiene por qué.
Yo recuerdo entrar en el Superpotato Gaming Store de Akihabara y rozar con los dedos la cantidad de juegos de la SuperNintento que nunca llegaron a España. ¿Cómo me podría haber cambiado mi vida cualquiera de esos juegos, al igual que lo hizo Pokemon o Super Mario?

Ah bueno, y el chorritín de agua que sueltan algunos váteres entra dentro de tacto, no? Uuuffff qué sensación tan rara! Muy higiénico todo, pero da cosica, lo reconozco.
Fui con ganas de probarlo y no me enganché tanto como pensaba jajajaja sobre todo intentando adivinar qué botón lanza qué (y a dónde):

Porque viajar no sólo se hace con los ojos, como hemos dicho. Intenta abrirte por dentro y sentir cada sensación allá donde vayas. Vaaaale, esto me está quedando muy “Paulocoelho” pero es verdad. Siente tus manos llenarse de agua cuando hagas el ritual antes de entrar en cada templo sintoísta.
Eso también es viajar.
Merece la pena madrugar para acercarse al santuario sintoísta más grande de Tokio, el que se dedicó al emperador Meiji, dentro del Parque Yoyogi, en Harajuku. Quizás esto os suene a chino no lo entendáis muy bien si todavía no habéis viajado a Tokio pero os prometo que una vez allí os aprenderéis nombres de barrios, santuarios y de todo.
Y si no, aprovechamos para recomendar de nuevo la Guia de Japón. Es una maravilla, de verdad, no os podéis imaginar lo que no lo curramos.

Con esto terminamos este artículo repasando la ciudad de Tokio con los 5 sentidos. ¿Qué os ha parecido? ¿Se os ocurre algo más que podríamos incluir en alguna de las categorías? Si es así, por favor, dejadnos un comentario más abajo.
Además, os recomendamos echar un ojo al resto de artículos que tenemos tanto de la sección de los 5 sentidos, como sobre Japón.
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Fundadora de Aprendizaje Viajero y autora del blog de viajes. En él ofrecemos guías de países, recomendaciones de qué ver en distintos lugares del mundo y consejos prácticos para inspirarte.
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