Después de escribir el post sobre qué ver en Heidelberg, me ha entrado aún más la morriña y he decidido a hacer un post sobre cosas que hacer en Heidelberg, sí o sí.
Y es que para mí, cuando vas a una ciudad o conoces un lugar nuevo igual o más importante que ver es HACER. Impregnarte en primera persona del vibrar de una ciudad, hacer lo que hace la gente que vive allí y saborearla apasionadamente. Por eso, os traigo un listado de cosas que hacía yo cuando formaba parte de la ciudad y que me ayudaron a vivirla con intensidad y a sentirme un poco heidelburguesa 😉
Cosas que hacer en Heidelberg para sentirte una más de la ciudad
1. Comer un helado en la Hauptstrasse aunque sea invierno
Los helados en Alemania están buenísimos y, además, son muy baratos. A lo largo de la calle principal encontrarás más de una heladería. Yo pasé en Heidelberg los meses más fríos del año y casi todas las semanas un heladito caía.
2. Hacer una foto del Puente Viejo (y del castillo de Heidelberg) desde el Philosophen Weg
Esta es sin duda una de las mejores postales que podrás llevarte de Heidelberg. No hay nada como pillar en la misma foto su magnífico puente y las ruinas de su castillo. A mí me parecían realmente espectaculares los días en los que una leve nieblina cubría la silueta de la ciudad. (Esto es para que no te desanimes si un día no sale el sol jajaja)
3. Hacerte una foto con el mono de Heidelberg
Este mono está justo a uno de los lados de la famosísima puerta que da entrada al Puente Viejo de Heidelberg, Karl Theodor Brücke. Y la verdad es que da mucho juego a la hora de hacerte una foto con él, ya que su cabeza es hueca… Adivinad qué foto me hice???? jajaja
Además, cuenta la leyenda que si le tocas la mano volverás a Heidelberg, que si tocas a unos pequeños ratoncitos que hay a su lado tendrás muchos hijos y que si te miras en el espejo que sujeta verás a otro de su misma especie 😉
4. Subir hacia Heiligenberg y maravillarte con lo que encontrarás
Una de las cosas que más me sorprendió de toda la ciudad fue subir a la montaña Heiligenberg, justo la que está en frente del castillo de Heidelberg. Yo te aconsejo que subas por el Philosophen Weg, si lo quieres hacer entero píllalo desde Bergstrasse.
Lo que te encontrarás en el corazón de la montaña, aparte de las ruinas de varios monasterios, es un teatro nazi realmente ENORME. A mí, sinceramente, me dejó sin palabras, es algo que no te esperas.
5. Visitar el castillo, una de las mejores cosas que hacer en Heidelberg
La verdad es que no sé cuántas veces subí al castillo, pero es algo que repetiría una y mil veces. Subí sola, con amigos y cuando vinieron a visitarme mi madre y mi hermana.
Y si visitarlo es maravilloso, ver su silueta mientras te vas acercando por la Hauptstrasse o por el puente viejo, ni te cuento…
Desde el castillo también podrás inmortalizar algunas de las instantáneas más brutales de la ciudad, así como ver uno de los barriles de vino más grande del mundo. Y por todo esto y mucho más, el castillo es una de las cosas imprescindibles también que ver en Heidelberg.
6. No dejar que te encierren en su Cárcel de Estudiantes
Si eras un estudiantes un poco macarrilla o demasiado fiestero en el siglo XIX, lo tenías crudo en Heidelberg jajaja Y es que desde 1823, si eras estudiante de la Universidad de Heidelberg y cometías alguna infracción pequeña, podías acabar la fiesta en esta cárcel en el Augustinergasse, un callejón que da a la calle principal.
Y aunque ya no funciona, lo hizo por casi 100 años, sigue siendo una parada obligatoria por lo curioso de su historia y por la decoración de sus paredes.
7. Date un paseo por las orillas del Neckar
Aunque mucha gente suele decir que lo molón es un paseo en barquito por el Neckar, a mí me parece mucho mejor un paseo tranquilo por sus orillas. Y además si hace buen tiempo, tener preparado un picnic y darte un homenaje.
Aunque los meses que me pillaron fueron los más fríos, pero recuerdo hacer algún que otro picnic en marzo-abril. Si tienes o alquilas bici, es otra idea perfecta para recorrer las orillas de este río. Una de las mejores cosas que hacer en Heidelberg, sin duda.
cosas que hacer en Heidelberg
8. Comprar un Studentenkuss (beso del estudiante)
Y no te estoy pidiendo que abordes a un universitario por la calle y le des dinero por un beso. No, no, no. Este beso que tienes que comprar te prometo que te gustará mucho más.
Y es que, no es nada más y nada menos que un beso de chocolate. Su historia comienza con el buen ojo del maestro chocolatero del Café Knösel que veía como los estudiantes universitario intercambiaban miradas furtivas de deseo, pero no mucho más debido también a la atenta mirada de sus supervisores. De esta manera, este maestro chocolatero creo un dulce que los estudiantes intercambiarían para mostrar su afecto o, quizás, algo más. ¿No te parece un gesto estupendo para decir a quien tu quieras lo mucho que le quieres? Opción 2: comprártelo para ti misma como hice yo, porque me quiero mucho jajaja
9. Conocer la noche de Heidelberg en Unterestrasse
Creo que esta era sin duda la calle en la que más noches pasábamos. No es que la fiesta de Alemania sea la más conocida del mundo, pero sí que os puedo decir que todas las noches que he salido en Heidelberg han sido para recordar.
Un muy buen sitio para empezar la ruta de bares y discotecas es Destille. Aquí podréis empezar con una cervecita y pasar al típico Jägermeister o probar alguna de sus especialidades (no aptas para cardíacos). Otros de los bares/discos que podéis encontrar en esta calle son el Sonder Bar–Pinte para los más rockeros y cerveceros o el Jinx para más entrada la noche.
Si a ti también te encanta esta ciudad y tienes alguna recomendación, no dudes en escribirnos un comentario. Si no has estado, pero quieres remediarlo cuanto antes, ya sabes, ponte manos a la obra que esta hermosa ciudad te está esperando ansiosa.
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Yo la Navidad que estuve allí vivía muy cerquita de uno de ellos y es que es para enamorarse todos los días jajaja Tengo muchas ganas de volver, a ver si para 2019 😉
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¡Qué buenos recuerdos! Estuve el año pasado para ver los mercados de Navidad y fue una pasada 😀
Yo la Navidad que estuve allí vivía muy cerquita de uno de ellos y es que es para enamorarse todos los días jajaja
Tengo muchas ganas de volver, a ver si para 2019 😉