2020 – Cuando nada es lo que parece

Cuando publicamos el post en el que hacíamos un repaso del 2019, no nos imaginábamos que el 2020 sería tan aciago.

Que sí, que hemos aprendido, que no todo ha sido tan malo, que nosotros tampoco podemos quejarnos tanto… Pero qué queréis que os diga, este año sigue siendo igual de mojón 💩. No voy a entrar en muertos, en confinamiento y en cómo nos ha dejado este maldito 2020 de tocados. Porque sí, lo ha hecho, a todos (a algunos más y a otros, por suerte, algo menos). Pero a nada que hayamos sido un poco empáticos, echaremos la vista atrás y recordaremos un año calamitoso.

El 2019 lo acabé con una promesa → la de tener muchas historias que contar. Historias que iría acumulando año tras año, guardadas en mi propia petaquita (como la de Violeta Parra). Sin embargo, en 2020 he tenido muchas veces la sensación de estar vacía.

De no saber qué quiero, qué hago, qué me gusta, qué necesito…

Sin embargo, sí que he descubierto algo y es que en esta vorágine de viajes, de fotos, de postureo… ¡yo no soy lo que viajo!

Lo que viajo no me define. Y he empezado a odiar (cada vez más) frases como la de “si no viajas, solo lees la primera página de una historia”. NO. La idea esa que nos han metido o nos hemos querido meter en la cabeza de que si no viajas o no haces un viaje de meses o años, no eres “interesante”, es de lo más absurdo que hay.

resumen viajero 2020
De ruta por la Tierruca – diciembre 2020

Descubrimientos y redescubrimientos en 2020

Y con lo anterior no quiero decir que viajar no sea una parte importante de mi vida o que no valore las oportunidades que he tenido. Solo que hay otras cosas más allá, y puede que este año nos haya ayudado a reencontrarnos con ellas.

Yo he vuelto a pintar, algo que hacía años que no hacía. Solo necesitaba un empujón para despertar. Ahora le doy a las acuarelas, y no puedo estar más contenta. He hecho unos cuantos cielos, varios pueblos y alguna que otra postal.

También he vuelto a devorar libros, durante el confinamiento me duraban 1, 2 o 3 días. Hacía mucho que no sentía esa avidez, ese querer quedarme con todas las historias. Pero este 2020 también he visto algunos de los clásicos del cine a los que siempre les daba largas: Irma la Dulce, Psicosis, Rebecca, El Apartamento…


¿Os acordáis de lo de la promesa de contar historias? Pues he descubierto que hay muchas formas de hacerlo y que solo el miedo me frena. Bueno, el miedo y el qué dirán, algo con lo que sigo luchando: el miedo a lo que piensen los demás, a lo que digan los demás… Creo que es un trabajo del día a día y estoy segura de que poco a poco iré consiguiéndolo.

De hecho, este año he hecho una cosa que quería hacer desde pequeña, aunque haya resultado un poco fail y me haya fustigado luego por el resultado 😅. Pero lo he hecho. Y me quedo con esto. (Eso sí, todavía me da demasiada vergüenza decir el qué 😂).

Otra de las cosas buenas de este año ha sido la cantidad de rutas que he hecho. He vuelto a caminar y no me ha importado el cuánto, sino el con quién. Tengo la suerte de tener una familia y unos amigos estupendos con los que estoy tan a gusto que no tengo que pregonarlo a los 4 vientos.

ruta octubre 2020
Ruta por Madrid – octubre 2020

Y acabo volviendo a mi tierruca, y es que este año también he cumplido algo que le debía: estudiar cántabru. Creo que lo mejor para demostrar el amor por nuestra tierra es cuidar y proteger su patrimonio, y yo no dejaré de hacerlo.

2020 de viajes, sí, un 2020 viajero

Que sí, que sí. Pero ¿y viajes?

Pues sí, 2020 también ha sido año de viajes. Quizás no los viajes que habíamos planeado o que nos habíamos imaginado, pero sí viajes llenos de aprendizaje.

fitur 2020
Fitur 2020 auguraba grandes cosas

No lo voy a negar, 2020 prometía. De hecho, en los dos meses y medio primeros nos fuimos a Oporto y alrededores y a Bélgica. Y en marzo, justo antes del confinamiento, me fui, gracias a Turismo de la Región Centro de Portugal, a conocer la zona de la Serra da Estrela.

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Todo lo que me traje de la región Centro de Portugal

Aunque este año teníamos grandes viajes y propuestas (Turquía, Irán, Sudáfrica, volver a Sudamérica…), no nos podemos quejar. De hecho, antes de saber que no saldríamos de España creamos el hashtag #descubrelocercano, porque, para nosotros, viajar por España es un pequeño gran placer.

Pero ¿quién nos iba a decir que “lo cercano” es lo único que tendríamos?

De hecho, uno de los viajes más importantes de este año fue la vuelta a casa, a mi tierruca, a mi hogar. Después de lo que supuso el confinamiento, la vuelta supo a gloria. Y sí, con cuidado, con mascarillas, con gel, pero vuelta.

En este año, aparte de realizar todas esas rutas de senderismo (de verdad, ¡no os podéis imaginar lo que me apetecía caminar!), también hemos cogido el coche y hemos redescubierto lugares como León o Asturias, Salamanca, Ávila, Valladolid o Segovia.

De hecho, cuando todo el mundo huía hacia la costa, nosotros hicimos una ruta por Castilla y León entre silencio, campos de girasoles y mucho sol.

Valladolid

Segovia

Ávila

Salamanca

Salamanca es la tierra de Pablo, así que aquí vamos cada vez que podemos. Este año no hemos ido todas las veces que deberíamos, pero hemos aprovechado al máximo.

Puedo decir que, aún faltándome muchos rincones, Castilla y León es la comunidad que más he visitado y que más alegrías (y desatinos) me ha dado. La llevo muy en el corazón, y aunque puede que no vuelva a vivir en ella (bueno… ¿quién sabe?), no dejaré de recorrerla.

Pero, aparte de Castilla y León, este año, ¡¡por fin!!, he conocido Sevilla. Fue una de las grandes escapadas justo antes de la pandemia y la disfrutamos un montón. Aparte de ver la Torre del Oro, la Giralda, el Real Alcázar o el barrio de Triana, también nos pusimos hasta las botas, disfruté de la tuna junto a la catedral (😍) y me quedé con las ganas de visitar Itálica gracias a un señoruco que me cogió por banda en un museo.

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Con el sol en la cara en Sevilla – febrero 2020

Aunque durante los meses en los que se ha podido hemos hecho rutillas por la Comunidad de Madrid y por Cantabria y Salamanca, cuando hemos podido, septiembre fue “nuestro último mes viajero del año”.

A principios de mes me supo a gloria la semana de desconexión en la que me fui a la Costa Brava, uno de mis lugares preferidos. En este viaje con una amiga lo que hubo fue descanso, comida, mucho de ponerse al día, música, playa… Descubrí la ciudad de Girona y volví a los lugares en los que siempre soy tan feliz.

Además, con Pablo hice una ruta por León y Asturias de la que volví obsesionada 😅, sobre todo con León. ¡¡Madre mía lo que tiene esta provincia!! Sé que no hay que hacer planes para el 2021, pero tengo unas ganas locas de volver a León.

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Septiembre de 2020

Y en 2021

¿Quién sabe? Como ya he dicho, no queremos organizar, aunque a veces las ganas vayan más rápido que la cabeza.

Tenemos dos bonos de vuelos que a saber cuándo podemos canjear, crucemos dedos 🤞 y que este 2021 nos trate a todos con más cariño.

Feliz vida,

Leticia

aprendizaje viajero
Gracias siempre por él
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Fundadora de Aprendizaje Viajero y autora del blog de viajes. En él ofrecemos guías de países, recomendaciones de qué ver en distintos lugares del mundo y consejos prácticos para inspirarte.

Somos una pareja inquieta, con ganas de visitar, conocer, y aprender.

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